Las fugas de agua en las tuberías pueden causar muchos daños si no se solucionan rápidamente. Como más vale prevenir que curar, se aconseja a los propietarios de las viviendas que realicen un mantenimiento y control periódicos de sus tuberías para evitar fugas. ¿Qué medidas hay que tomar en particular? Le damos todos los detalles que necesita para mantener sus tuberías en buen estado en todo momento.
¿Cuáles son las razones más comunes de las fugas de agua?
Las fugas de agua en las tuberías pueden
provenir de muchas situaciones. Para evitarlo, lo primero que hay
que hacer es conocer los riesgos en cada caso. Este es uno de los pasos más
importantes en el mantenimiento y reparación de este tipo de sistemas.
Envejecimiento de la tubería
Con el tiempo y el uso, las tuberías pueden
deteriorarse. Esto se debe a varios factores, ya sea por la
alteración de los componentes de la tubería o simplemente por el clima, por ejemplo. De hecho, hay que tener en cuenta que las heladas
invernales pueden provocar grietas o roturas que causen fugas de agua. Un uso
excesivo también puede dañar el material y hacer que la tubería sea defectuosa.
Las tuberías de aguas residuales están sobrecargadas
Además de los daños en el material de la
tubería, también puede ocurrir que la fuga de agua en las
tuberías de se produzca por la sobrecarga de las aguas residuales.
Hay que tener en cuenta que cuando las aguas residuales
contienen un alto nivel de cal, pueden dejar depósitos y obstruir las tuberías.
Lo mismo ocurre con los residuos que han pasado por el filtro y se han
depositado en las tuberías hasta obstruirlas y crear fugas.
Disponer de las mejores instalaciones para su fontanería
Como cualquier otro sistema de la casa, la
tubería requiere un mantenimiento especial para seguir siendo lo más eficiente
posible. De hecho, se pueden utilizar varias técnicas para evitar
las fugas de agua en las tuberías.
Compruebe las tuberías con regularidad
La tubería se compone de muchos pequeños
accesorios que aseguran el buen funcionamiento del sistema. Se
trata de juntas, desagües, filtros y muchas otras herramientas que garantizan
que las fugas de agua sean siempre limitadas. Si no se revisan con regularidad
y se mantienen con un desagüe, pueden producirse fugas muy peligrosas.